domingo, enero 01, 2006

El sexo de nuestros hijos está determinado por la dirección del viento solar

Saludos cordiales,

Recientemente y en términos de tiempo coincidente una amistad me ha anunciado del nacimiento de su hija a la que va a dar el nombre de Carlotta. Precisamente intercomunicándonos sobre este tema me ha preguntado acerca del nacimiento de los seres humaníticos libelulares y el aparente azar con el que nacen los humanolibélulas masculinas y femeninas. Y exactamente esto trataré en este tema, en el que se explicará con infinita precisión a los lectores el inexistente azar en la selección vidálica humanítica libelular genérica (masculina / femenina).

El nacimiento de los seres humaníticos libelulares no ocurre al azar, pues está completamente dominado por las explosiones en la superficie solar y su interacción con los momentos de procreación humaníticos libelulares a los que tan aficionados somos debido a el spin de los átomos situados en los planetas exteriores. El proceso, tal como Yo, prestigioso Genio y piedra angular de la Ciencia, he denominado basándome en los trabajos del venerable estudioso Kolmogorov es una sintetización monodiferenciativa radioenergizante protomasivítica colapsante libeluloradiodireccional por emisión ondítica gigaenergizante solárica y de características cumuloemisiónica semiradiodireccional masicoantinulítica-anticoncrecional radiante tempórico coindidente, un proceso cuya definición ya se explica por si misma si tenemos en cuenta la relación entre los seres humaníticos libelulares y los efectos que causa el temible viento solar en nuestro sistema planetárico.

Viviendas adecuadas para la procreación y obtención de seres humaníticos libelulares del sexo deseado: la existencia del receptáculo orientado en dirección al nucleo gravitacionopresionométrico solárico reforzaría los vientos solaríticos deseados. Además, la presencia de ardillas magnéticas facilitaría enormemente la selección mental sexítica, como se demostrará más adelante.

Para explicar detenidamente este fenómeno a mentes lateralizadas o poco dadas a la filosofía científica o la percepción cosmocéntrica, veamos el proceso paso a paso. Como todos sabemos, el Sol es cuerpo radioenergizante poligonal octadimensional de 28,23 caras, que nosotros percibimos fálsamente esférico debido a la influencia rotativa de los spins de los átomos situados en los planetas exteriores, que nos obligan a adquirir conciencia esferoidal, sin poder realizar la desrotación planetítica y visualizar el verdadero aspecto de los cuerpos espaciosidereos.

Interludio aclarativo:

En el sistema solar existe una excepción a estos mundos existenciales conocidos que es el microminiplaneta Antlia Rigélica, perteneciente a la estrella Rigel y que durante la formación de nuestro sistema planetárico (momentos en los que Rigel y el Sol estaban próximos) quedó parcialmente ligado al Sol, separándose en dos partes que nunca jamás en la historia de los tempos volverían de nuevo a encontrarse:

- la primera, formada por la masa de Antlia

- la segunda formada por el eje de rotación de Ántlia.

El Sol se quedaría con la masa de Antlia Rigélica (0.00584 gramos), pero Rigel le robaría para siempre su eje de rotación. Esta es la razon por la cual el cálculo aproximativo del número de planetas de Rigel nos da un valor de "8", pues se trata de un sistema de siete planetas y un eje de rotación independiente que gira independientemente en torno al planeta sin necesidad de masa. Precisamente esta dualidad de masa y eje de rotación es la razón del inicio de las Guerras del Glabundio que comenzaron catastróficamente cuando un cúmulo estelar formado únicamente por ejes de rotación colisionó contra Neptuno-B. De todos modos, esta es otro estudio científico que habrá que tratar en su momento.

Aspecto realista de los planetas de nuestro Sistema Solárico. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Mercurio, Venus (pre-satélite de Urano), Tierra, Marte cristalizado, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno-A. Se excluyen: Plutón doble y triple, Neptuno-B, Faetón, Caronte-B, Belerofonte, los planetas de tipo Faetononte (formados por duplicación de masas procedentes del núcleo solar), Hipómenes y Antlia Rigélica). Pueden consultar mis investigaciones sobre estos planetas, mundos oscurizantes y antimundos duplicativos en este resumen realizado por Mi: http://cienciapaulino.blogspot.com/2004/10/el-planeta-hercbolus-un-engao-de-la.html

Además, la geometría planetítica se explica con toda rigurosidad en otro resumen, muestra de mi poderosa capacidad intelectualítica: http://cienciapaulino.blogspot.com/2004/08/los-planetas-presentan-formas.html

Continuación explicacional:

El Sol sufre una serie de fenómenos espasmódicos bastante molestos para su existencialidad conocidos como "explosiones nóvicas concrecionales", consistentes en gigaerupciones ultraenergizantes de masa velocítica causadas por la fusión repentina de elementos químicos más pesados que el helio (ciclo C-N-O-G-Bn-Q: carbono-nitrógeno-oxígeno-glabundio-berubonio-quangoloncio). Las explosiones nóvicas concrecionales consisten en la emisión masivítica de un temible viento solar ultrapotenciativo que viaja en dirección opuesta al viento solar normal colisionando contra la Tierra en momentos no predecibles en tiempo coincidente (aunque sí circunscrito). De este modo, el Sol genera viento solar de componente directa en los periodos de paz energética, en los que no existen episodios de ciclos CNO-G-Bn-Q, y recibe viento solar de componente invertida únicamente durante los periodos gigaultraviolentos.

Aspecto geometrizado mediante desrotación planetítica de la superficie solarítica en la cual está ocurriendo una explosión nóvica concrecional, la cual causa episodios espasmódicos que afectan al temible viento solar.

Las Explosiones nóvicas concrecionales no son una hipótesis o una teoría, sino un hecho y son un agente dinamizador elemental que juega un papel claro y determinado en la evolución de la química planetaria, la dinámica molecular fragmentativa y la evolución del universo cosmocéntrico. Es la aparición por sorpresa del viento antisolar (componente invertida del viento solar) es la causante del fenómeno de diferenciación sexualítica humaníticolibelular.

Uno de los momentos más importantes de nuestras vidas y en el que hemos de invertir un gran esfuerzo mental es la liberación de energía eroticosexualítica mediante el orgasmo en pareja de tendencia simultánea. Esta técnica permite la emisión micromasivítica de espermatozoides libelulares (seres idénticos a las libélulas pero sin alas, pues no las necesitan al emplear para su desplazamiento las parte vectorial de las ondas de viento solar que se desplazan continuamente a través de nuestros cuerpos). De este modo, la presencia de viento solar directo o inverso (causado por explosiones nóvicas concrecionales) será lo que decida el sexo del protoser humanítico libelular.

Las libélulas protohumaníticas originaron los espermatozoides masculino (azul) y femenino (rojo); su orientación contrapuesta es una muestra clarificadora y evidenciadora de las direcciones opuestas de los vientos soláricos y antisoláricos (propio de los episodios de CNO-G-Bn-Q).

Cuando el viento solar es directo (se desplaza desde el Sol hacia el exterior), la proporción berubonio/quangoloncio es superior a 1.554500192, por lo cual los vectores asociados a estos dos elementos permiten potenciar el empuje de los espermatozoides de carácter masculinos, convirtiendo a los espermatozoides femeninos en circunmateria, la cual se aniquila consigo misma como suele ser habitual. En cambio, cuando el viento solar es inverso (se dirige hacia el Sol), esta proporción berubonio/quangoloncio es menor de 1.554500192, con lo que ocurre el efecto contrario.

La protección de los vientos solaríticos directos e inversos es además un buen sistema para comunicarse entre diferentes especies de seres vivos. Para ello, basta con aislar nuestra cabeza con el entorno mediante una esfera de glabundio a 23.00215ºC de temperatura interna.

Esta dualidad funciona con total precisión y corrección en todos los mamíferos del planeta Tierra, a excepción de tres casos:

- Las ardillas, pues éstas cuentan con un campo magnético asociado a la circunmateria que rechaza el 98.254% del berubonio, permitiéndoles decidir consensuadamente y mediante telepatía magnética el sexo que desean tener para sus descendientes.

Esta fotografía muestra la configuración en semireposo magnético de las ardillas. El polo norte del campo (tripolar) se sitúa el la punta de la nariz, razón del agudo sentido del olfato de estos seres.

- Los delfines, que fabrican mediante ingeniería telepática a sus hijos y los materializan en los momentos en los que los anillos de partículas de vacirio que rodean a la Tierra se observan de perfil desde su situación geográfica.

- Los renos, cuya descendencia está dirigida por la orientación del conjunto global de los campos magnéticos de las ardillas.

Atentamente,

Paulino.